Por la mañana fuimos a la parada del bus para ir (por fin) a Corfu, como hacía mucho calor, los chicos estaban esperando sin camiseta, y cuando llega el bus, que pasa cada peig, nos dice el conductor que sin camiseta no se puede subir, y en vez de esperar a que se la pusieran, va ¡y se pira!, quedaban dos horacas para que pasara el próximo y nos fuimos a la playa.

Luego cogemos el bus (¡por fin, ahora sí!), comemos en Corfu y pillamos los billetes hacia Patras para el sábado por la ñana, los chicos se van el sábado por la noche (al final nos hemos acoplao a todas sus vacaciones, jeje). Volvemos a Ipsos (el pueblito donde estamos) y nos subimos la Mir, el Peppe y yo a la banana splash, que es un tío con una lancha, la lancha con una cuerda atada a un tubo, que era donde estábamos sentados nosotros y ale, a toa leche por el mar, fue muy divertido. Luego, lo de siempre, ducha, cena y por ahí de borrachera.
